Thailandia: la soledad y las páginas de caucho
No me gusta viajar por viajar, me gusta viajar para algo. Viajar para contarlo. Eso hace que mi viaje sea extraordinario. Es lo que construye mi emoción y lo que me permite pasar los días solo pero no...
View ArticleIsla de Mozambique, la isla perdida en el tiempo
Una pequeña ínsula de tres kilómetros de longitud por 400 metros de ancho. Un pequeño trozo de tierra perdido en medio del océano Índico que, sin embargo, es Patrimonio de la Humanidad desde 1991.La...
View ArticleSri Lanka: comer en el tren del té
Ya he comido frutos secos, dos cafés, mordisqueado un poco de piña picante y tragado una empanadilla de atún y patata. Estoy gordo y feliz. Seguimos ganando altura, y la selva se va despejando, dejando...
View Article“Guía” para comer en las calles de Hanoi
Comer en la calle es mucho más que simplemente “comer”. Es una experiencia para todos los sentidos. No se trata solo de calle o restaurante, sino de romper jerarquías, de ponerse todos al mismo nivel,...
View ArticleMayo Plata: el mercado donde se comen perros y caballos
Y el banquete continúa; estofada, frita o a la brasa, la carne de perro y caballo se cotizan como delicatessens. Issoufou un anciano forgeron me cuenta que si tienes la suerte de comer la pata de un...
View ArticlePor ejemplo, los masais
Los masai no entierran a sus muertos porque creen que hace daño a la sagrada tierra. Mueren, los meten en bolsas de cuero y abandonan el cadáver fuera del poblado, lejos. A los tres meses vuelven a ver...
View ArticleVino de mijo y carne seca: “Tea House” del Himalaya
Pegados a las paredes hay bancos de madera con esteras de paja, y muy cerquita del fuego la cama de los dueños de la fonda. Calendarios, imágenes de Shiva y Durga, un pequeño altar familiar lleno de...
View ArticleEstambul en tres bocados
Pero si de comer se trata, de comer seriamente, te recomiendo que te olvides de estas calles un tanto plastificadas y de sus restaurantes donde, oh sorpresa, no encontrarás a ningún turco, sino...
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